Recuerda que aun late. Recuerda que está sano porque también se quebró
mil veces, porque a cuantas personas se les resbaló de las manos y se golpeó en
el suelo repercutiendo una y otra vez. Juegos de solitarios por los días que
quedan, las calles asombradas fueron escenario de haber regalado este corazón a
quereres espontáneos, a quereres tan sutiles de noches fulgorosas, a idilios de
azares y loterías. Trizado por el complejo de la desmadre criminal que asesina
amaneceres y partos escondiendo su abrazo... Se mueve y galopea, Mía, si fuese
perro movería la cola cuando te ve llegar amor mío, viéndote ensayar las líneas
para aquella obra que presentarás mañana en el teatro. Conmovida te paras
frente al espejo y te cuesta elegir con qué máscaras saldrás a la calle y con
cuál le hablarás a la almohada. Prendes la ducha y esperas a que el agua sea un
sondeo perpetuo y mojas más la ducha, y mojas más tu rostro y esperas también
volverte parte de ese cuento.
Recuerda que aun late. Recuerda que está sano porque también se quebró mil veces, porque a cuantas personas se les resbaló de las manos y se golpeó en el suelo repercutiendo una y otra vez. Juegos de solitarios por los días que quedan, las calles asombradas fueron escenario de haber regalado este corazón a quereres espontáneos, a quereres tan sutiles de noches fulgorosas, a idilios de azares y loterías. Trizado por el complejo de la desmadre criminal que asesina amaneceres y partos escondiendo su abrazo... Se mueve y galopea, Mía, si fuese perro movería la cola cuando te ve llegar amor mío, viéndote ensayar las líneas para aquella obra que presentarás mañana en el teatro. Conmovida te paras frente al espejo y te cuesta elegir con qué máscaras saldrás a la calle y con cuál le hablarás a la almohada. Prendes la ducha y esperas a que el agua sea un sondeo perpetuo y mojas más la ducha, y mojas más tu rostro y esperas también volverte parte de ese cuento.
Te has
empañado otra vez, limpia tus vidrios y recomiendo querida el traje de satín
fucsia para hoy que será importante la reunión, hazlo por mí. Sales a la ciudad
y estas pálida, no pierdas la brújula, tranquila, todo saldrá bien, no te
remojes. Ah, sí!: Damas y Caballeros, con ustedes, el ganador de la Medalla de Oro de esta
Triatlón…Uuuh, contentísimo recibiendo la condecoración, distinguiendo los
rostros de mis padres y Mía alegre, repleta de flores y luces. Ella maravillosa
siempre. Ves, no es un negocio, ni un trato, no es mi afán armar una
candidatura de suerte presidencial para esta conversación soliloquial…Mmmm... No
te resistas a esta noche, que tengo esto tiritando entre las manos. Sólo haz
todo aquello que tienes que hacer querida, solo ve.
Mía maneja sin sentido, espera a
que algo suceda, no le ha tomado respeto a la carretera llovida aun a pesar de mi
desperfecto con el Renault. Creo que hoy siento más el destino de aquél pobre
sauce que las lesiones propias. El parabrisa no ayuda mucho y ella piensa que
dios se fue esta semana de vacaciones, que tal vez no volverá.
El concepto de copiloto queda
para los dementes y nuevamente, pareciese que la lluvia cae desde adentro. A mi
amada le gustan los chocolates con crema de menta bajo la almohada. Prefiere
las sábanas blancas sin planchar y quema todas las ollas y sartenes de la
cocina. Sus cabellos claros despeinados. Su moda de apariencia Casualidad le
rinden más gracia y argumento a la estrella de luz que lleva en su rostro de
niña eterna. Llega al fin al hogar, prende el interruptor del living. El gato maúlla
y maúlla y se ve famélico, desahuciado de los afectos o ya sin ama. Quizás la
semana la tiene así, mata. Se sirve una copa de vino que toma a medias sobre la
mesa cuando de pronto ve la valija diplomática de sus discos de música, algo se
le mueve rápido y la hace ponerse de pie para depositarse sobre la alfombra a
iniciar una expedición inédita. Esto es fuerte. Abre la cajita y son sus CD´s.
Son sus Cassettes del Play & Rewind y entre ellos la quiebra en mil pedazos
Charly García, Viernes 3:00am:
Hola, estás tan sola, dónde
se fue tu pololo?. No, no tengo pololo y no soy muy partidaria de las amigas…Tú
sabes, se presta para telenovelas estilo mexicana. El sueño de un sol y de un
mar y un domingo sin tristezas, esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza.
Oye, que buen tema!, eso es de Charly! Eres maravillosa, hasta te gusta Charly!,
quieres bailar conmigo? Recuerdas nuestro primer beso en ese cumpleaños? Claro,
un 21 de noviembre, desde ahí jamás nos separamos. Sí mi vida, y eso no
cambiará, te lo aseguro.
Ella reprodujo
el disco y el cenicero tiritó entre sus manos. Se cuestionaba del por qué no
había sido ella la del accidente, esperaba no saber más de vegetales en el
hospital y obtener al fin respuestas que lo trajesen de vuelta.
En lo árido de su tristeza
una sonrisa en un costado iluminó su rostro conmemorando tiempos y principios
cuando de pronto el teléfono comenzó a sonar. Contesta, contesta Mía!,
levántate de ahí y atiende el teléfono!...Uuhhhhhhhh…Con Mía? Sí (…).La llamamos
del hospital, necesitamos que de inmediato se presente, su esposo se ha
agravado, no logramos encontrar un corazón. Tranquila. Solo conduce tranquila.
Tomó las llaves del auto
mientras la canción aun tocaba, apretó el acelerador, quizás creyendo que con
la rapidez algo de él sobreviviría y mientras la sensación de irrealidad la
tomaba para una foto en el paisaje, la ciudad resbalosa provocó que el pequeño
escarabajo verde patinara y fuese a dar contra una micro de locomoción
colectiva haciendo pedazos los metales, las latas y por sobre todo, la
existencia.
Las luces de la ambulancia
se vieron cercanas y en una camilla su mano llena de caricias se asomó inmóvil,
poniendo todo más pálido, más doloroso. Por dios que alguien despierte de esta
pesadilla para que nos podamos amar de nuevo!, Por favor!, Oh Dios! Al momento
de ingresarla hasta la sala de reanimación no quedaba mucho intento, un TEC
abierto con perdida de…Ahh…
En la ficha de la muerte más
incondicional un día viernes que dejó a los médicos parlamentando con el aire y
a mi componiendo la historia (…).
Esquivas a tu
corazón y destrozas tu cabeza.

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