Ayer tuve un plan.
Me fui de compras al bazar del Tío Humedes y compré
7 revólveres, les compré un hermoso y delicado papel de regalo y les escribí en
cada tarjetita una dedicatoria: Contigo Siempre en la memoria / No paro de
pensar en ti / Te amo cada día más / Qué sería de mí vida si no estuvieras tú /
Eres lo mejor que me ha pasado jamás / Jamás me abandones / Feliz aniversario /
Cásate conmigo. Les anudé su respectiva
cintita con tres nudos y al bajar del auto y quedar frente a la puerta de casa
pensé un instante antes y me vi entrando con un silencio absoluto para preparar
los ambientes...Según el Feng-Shui de los libros chinos.
Envirutillé el gran salón. Barrí los escombros de esto y enceré el piso de toda
la casa, en especial y con cuidado industrial el piso del gran salón que
teníamos habilitado para los eventos de la familia. Puse cortinas nuevas para
los ventanales y sobre las paredes reciente pintadas de blanco invierno quité
los cuadros de Guayasamin por 2 de Miró, 3 Magritte y 1 Klimp.
La casa brillaba y mire cuando el reloj comenzó a denunciar cierto atraso
del paso a paso. Me encerré en la cocina y durante unas 3 horas me mantuve
elaborando la cena para los invitados de honor que tendré ésta noche, los
platos perfectamente decorados con salsas de azafrán, jenjibre, romero,
pimienta roja, chocolate, caramelos, todo gourmet, servido a la vajilla. De
ahí, corriendo escaleras arriba a mi habitación, prendí la llave del agua
caliente y me mantuve
durante algunos minutos meditando bajo la ducha invadida de pronto por el sentimiento
número 6 del horario: la tristeza que desembarcaba en mi alma con su equipaje
de nostalgias y memorias oxidadas por el paso del tiempo. Mejor me echo el
champú, pensé y 3 angustias se fueron con el enjuague.
Salí, despejé las nubes del espejo y logré verme. Destapé las lágrimas y
me dije Es Ahora o nunca.
Tiré la toalla a un lado, me puse la lencería de encaje negro ese, el vestido
rojo con escote, buen maquillaje y un suspiro que desgarró el cuello del futuro.
Fui de habitación en habitación golpeando sus puertas:
Mi amor te tengo una sorpresa...te espero a cenar en la mesa; Mi amor te tengo
una sorpresa...te espero a cenar en la mesa; Mi amor te tengo una sorpresa...te
espero a cenar en la mesa; Mi amor te tengo una sorpresa...te espero a cenar en
la mesa; Mi amor te tengo una sorpresa...te espero a cenar en la mesa; Mi amor
te tengo una sorpresa...te espero a cenar en la mesa; Mi amor te tengo una
sorpresa...te espero a cenar en la mesa.
Bajó las escaleras, rápidamente
puso el mantel nuevo, prendió los candelabros de plata de la abuela, puso play
en su disco de Sabina y los recepcionó uno a uno con beso tibio: Jamás me
Abandones, te presento a Feliz Aniversario; mira él se llama Eres lo mejor que
me Ha Pasado, cómo olvidarte!?, si saliste hasta en la tele esa vez; eres
Cásate Conmigo, no?; y así transcurrió la Entrada de Ostinones a la Parmesana. Había
comprado unas botellas de Reserva 1984 Syrah.
Los conozco como a mi pasado, se cuanto les gusta el vino y cuán
cariñosos los pone, especialmente de noche, así que copa trás copa, claramente
estudiado el mapa de sus conversaciones, sabía que el gran momento se
aproximaba. Terminaron su postre y los invité a sentarse para un bajativo en el
living frente a la chimenea.
Te amo cada día Más. se sentó en el piano y pa´variar tocó con torpeza una que
otra tecla guacha que en vez de La era Sol y sin lograr fingir sonaba un Si
bemol sin pretender dejar de ser un Re.
No Paro de Pensar en Tí se puso de pie, interrumpiendo la escena mientras me
volvía de la cocina con las 7 cajitas envueltas con papel luminoso para regalo
arrimadas una sobre otra hasta tapar el lóbulo de mi oreja y:
-Yo quiero brindar por la mujer más hermosa de mis sueños, porque estás ahí
cada vez que despierto y al dormir…/
- Tú, permaneces en la siembra de dulzura sin dejarme un segundo libre para
dejar de pensar en tí.
De pronto las piernas comenzaron a temblarme y caí junto al sillón, me mordí
los labios para no reventarme en la emoción y mi mente repitiendo: Ellos están
cadáveres, Ellos Están Cadáveres, No Volverán a Suceder.
Mmm...Gracias Cariño, ahora quiero que ustedes me pongan atención...Me siento
tan afortunada que me hayan acompañado jornada a jornada durante los últimos 7
años, hora tras hora fuera de la anestecia y la amnecia con las imágenes de
nuestra historia..Yo no sabía cómo poder agradecerles…Les preparé la cena con
todo mi amor y de paso, paré en la tienda para comprarles a cada uno un
regalito…Es tan solo un Engañito..
Toma Aquí Tienes. Espero que te guste. Lo compré conociéndote, esta hecha para ti.
Lo ví y supe que era para ti. Te mereces esto y mucho más. Si, es lo que
siempre quisiste tener, Mi Vida. No...No es nada comparado con la grandeza que
me has brindado.
Ahora…Ábranlo Mi Amor.
Los 7 con las palabras se derribaron a un lloriqueo venezolano por el gesto,
apartando con sutileza los papeles que envolvían la caja hasta llegar al
epicentro: El revólver.
-Un Revólver!? -Un Revólver!? -Un Revólver!? -Un Revólver!? -Un Revólver!? -Un
Revólver!? -Un Revólver!?
Al notar cierto dramatismo en el rostro de sus recuerdos tragó el gran sorbo de
saliva acumulada bajo su lengua y reparó: Sí, jaja, claro que es un revólver,
si tuviese plumas sería una gallina, no?, ahora se preguntarán porqué un revólver
y no un juego para DVD...Seguro, yo creo que es bueno que jueguen entre todos y
no se individualicen tanto frente a la pantalla del Play Station...Tiene
Balines No Tóxicos y cuando necesiten más, volveré al Bazar para comprarselos…Ahora,
les dejo para lavar la loza, los espero en la cama.
Entonces alejándose, sintió risotadas, una botella de vino que se debió haber
caído en la ebriedad y roto contra el piso o retumbada a propósito contra la
anemia de la pared. No se escuchaban disparos de nada más que una botella de
champaña re-batida y comenzó a preocuparse porque su plan no cumpliera con los
puntos finales. Se arremangó el vestido y quitó sus tacos de punta para
sentarse calladamente en la penumbra de la escalera. Debe haber sucedido un par
de horas en la incertidumbre cuando en medio del bullicio todo se quedó en
silencio. Ni una sola mosca sería capaz de romper ése iceberg. Recordó que ni
por seguridad se había comprado un revolver para ella y cómo lo lamentó por
dios esa pobre y desesperada mujer bajando de vuelta las escaleras con tanta
probabilidad abierta cuando ingresara a ése salón. Casi llegando a la puerta,
su cometido se comenzó a resolver, un balazo, dos balazos, y silencio, a los 5
minutos siguieron de 3 seguidos y remató con los dos restantes...
Al abrir las puertas vio las tripas y los corazones azules de la asfixia
permanente de cada uno de los 7 recuerdos asistidos al suicidio manchando cada
lugar. Ahora puedo ser feliz, Soy Libre!, Sólo quedamos el futuro y yo, nada
más…Como lo había planeado.
Cuando se preparaba para trapear el piso del Gran Salón y quemar los restos
sonó el timbre. Se puso de pie, dejó a un lado los guantes de hule amarillo y
abrió:
- Hola, Soy tu recuerdo de Esta Noche y te traigo un regalo:
Bang / Bang / Bang / Bang / Bang / Bang / Bang / Bang.
Y un 9no recuerdo se puso los guantes de hule amarillo para limpiarle la sangre
del rostro a la victima.

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