Clínica “ENVIDIAS CARNÍVORAS Y VACIOS DESCOMUNALES EN LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN”.
Módulo 3: El caso de Eugenia Ramírez, que tenía mal humor.
Costó sacarle una sonrisa, le dio rabia que el mayor de sus hijos le hubiese regalado esa cámara para navidad, “la saca risitas”, ahora no saldría más en las fotos.
Alumnos, hoy tomaremos el caso de la Sra. Ramírez como muestra de análisis: Eugenia Ramírez, 41 años, casada 1 vez, 3 hijos, enojo crónico, maternidad en polvo, pasión escasa, autoestima oxidada, postulante a separación según la cama fría, el plato vacío y su mal, mal humor. Estudió Secretariado bilingüe en 1988, pero no terminó. En 1997 estudió para Asistente de Odontología, pero la superaron las matemáticas, así que abortó en el segundo semestre. Quiso ser hasta astronauta pero ni la imaginación la acompañó, así que se quedó en casa preparando el almuerzo, haciendo las camas, viendo la teleserie habitual, y así fue.
Usaremos la raíz del mal humor de la Sra. Eugenia como cuerpo de estudio para entender cómo los seres humanos, si no controlamos a tiempo nuestras conciencias, podemos caer tan bajo. Fijaremos bien la imagen aquí…Gira, gira, gira, 5 mm más, ahí está, perfecto. Alumnos, lo que tenemos en frente es una Panorámica de Contraste a la Envidia de la Sra. Eugenia. Su anatomía, a priori, está constituida por un cuerpo viscoso que desprende gases tóxicos cada 1,5 minutos. Tomaremos nuestro Atipoissaudayi Especial para Cuerpos Confusos (AECC) y, observen, haremos una incisión de 2 a 5 pulgadas de largo en la pared torácica de la región occipital de esta Envidia, dejando salir de inmediato el líquido asteroidalzuloso que le ha estado asfixiando el sentido de la percepción. Resulta que en esta sección del cuerpo mental se albergan los malos pensamientos, los sentimientos de inferioridad y las ganas por pasar encima de los otros para la consecución de los propios objetivos, es lo que llamamos Capacidad para Mounstrocisarse (CPM). No se preocupen jóvenes, el aroma a putrefacción no les hará daño, la envidia aún no es contagiosa.
A continuación, para adentrarnos de lleno en la mente de su envidia, emplearemos nuestro Microscopio de Espectro Resolución. Esta herramienta de alto alcance nos permite durante 3 segundos enterarnos sobre los bajos terrenos en que viven sus ideas. Los malos pensamientos generan una onda de bajas vibraciones que pueden llegar a abarcar un territorio de 32 kilómetros a la redonda, afectando a pequeñas y medianas aves, niños, mujeres embarazas y ancianos que luego caen enfermos, y hasta mueren. Las bajas vibraciones resultantes de un mal aseo mental, como las originadas en la cabeza de la Sra. Ramírez cuando no quiso facilitarle un poco de dinero a su vecina para que comprase urgente su insulina, solo por la Sra. Metrovic era más bonita y distinguida que ella, opacan el panorama de por vida.
A nivel biológico la persona rápidamente incrementa su producción de Dopamina pudiendo llegar a desarrollar rapidamente cuadros esquizofrénicos, de psicosis o desastrosas alucinaciones dentro y fuera del hogar; su piel pierde Elastina y Colágeno tornándose opaca; su cabello se vuelve pajoso perdiendo todo brillo, y las glándulas sudoríparas enloquecen derramando sudor a toda hora. En el rostro las sonrisas se derriten rápidamente dando lugar a las muecas… Hasta las estatuas sonríen mejor que una persona envidiosa ante el bien.
A nivel espiritual sus chakras Muladhara, Swadhisthana y Manipura presentan extensos bloqueos que alcanzan a cubrir completamente los terrenos de la Auto Imagen, dañándola de gravedad, y en consecuencia, haciendo sentir a la Sra. Ramírez como un ser completamente inferior ante el mundo. Los chakras Anahat y Vishuda se ven deteriorados, como ciudades después de un terremoto en Haiti. Es muy probable que por el destello azul que se ve a la izquierda de la imagen, al interior del chakra Ajna, esta mujer alguna vez sí haya amado de verdad, muy probablemente a sus hijos, pero que luego volviendo a hablar mal de la gente, a criticar de más, a desear lo ajeno, lo propio se le fue al mismísimo carajo.
Por último, el chakra Sahasrara con tanto peso encima de la cabeza no permite liberar la energía Kundalini acumulada.
Silencio, escuchen, se ha filtrado por alto parlante una voz mental de la Sra. Eugenia: “Ojala que él se aburra pronto de ella… Es tan regio ese hombre”. No, no se confundan alumnos, la envidia pasiva no existe.
Por conductas viciosas como estas se producen karmas todo el tiempo, es probable que ella deba reencarnar tantas veces como le sean necesarias para sanar su propia sarna, y quizás alguna vez, cuando realmente valore quién es y lo que tiene, será feliz. Al fin.
Lo que de la boca sale, queridos alumnos, del corazón proviene.
Será hasta la próxima semana, gracias por venir.

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