sábado, 14 de enero de 2012

ITINERARIOS



Cap IV: Páginas de la 093-316: Vida en Blanco y Negro.


Jamás en su itinerario se le ve llegar con trofeos a su rostro. El durazno industrial digiere la luz del ventanal en asociación con las cortinas oscuras produciendo un karma crítico de soledad. Deposita el bolso cargado de partituras y lecciones sobre el sofá del living. Se sienta a practicar en su piano confecciones huérfanas de esperanza. Mientras tanto, otra banda sonora mecanografiando en una máquina le acompaña, sin ella percatarse, desde hace años, desde el corazón del piano y en cautiverio por las maderas… Agustín, el hombrecito paciente de manos azuladas que se dedica a escribir los días y crear argumentos para la felicidad de ella, misión y base de su tesis para matricularse en el cielo.

En los Coffe Breaks Agustín suspende la escritura para emerger al exterior hasta un costado de las teclas y observarla improvisándose salvavidas. Con su música se enamora perdidamente de esta mujer de porcelana y luego da un paso atrás obedeciendo a un profesionalismo drástico, se devuelve hasta el origen del sonido y derogando sentimientos, coloca más papel en su Olimpia para crearle una vida mejor.
Anotando las fechas, los antídotos creados para su fragilidad se van rompiendo también. La observa volver sonámbula, seca y sin lágrimas. Agustín se agarra la cabeza en una mezcla de frustración y angustia al saberla como un caso improbable. Ella no cumple con los itinerarios. Cuántos encuentros amorosos le había planteado a su jornada!? Flores, dulces, gatos y estrellas…Está más dormida por dentro pasando la existencia por alto…Una bandeja con el desayuno lleva 6 días servida y se marchitan las cosas por su sequía de fe.

Un día algo sucedió, llegó más pálida que de costumbre, ni su respiración quebraba el silencio congelado y al sentarse al Piano se echó a llorar como una muchacha de 15 años en su primera ruptura amorosa. Lloraba desconsoladamente y estaba en el limbo del no creer en la vida, en ella y menos en un suicidio…Algo sucedía con la mecanografía. Había que actuar rápido. Preocupado Agustín llamó a Dios: - Hola muchacho, cómo va tu tesis?-  Como método experimental necesito un cuerpo para mañana. Usted sabe que no tiene el puntaje. Es muy importante. Esta bien, tienes 24 horas y de vuelta te quiero con la tesis bajo el brazo.

Cap. V: Páginas 317- …: El color en el Cortometraje Amateur.



De pie frente a la Facultad de Música Agustín con el triunfo de su traje espacioso la ve salir, se quedan mirando con detención y en el instante el maletín de visitador médico asignado revienta permitiendo el vuelo de cientos de páginas calendarizadas. Se acerca para ayudarlo con la recolección y sonriendo: Mi Amigo el Piano?, Tesis de Botánica, Hola, me llamo Eleonor. Mágicamente ella tomó las iniciativas del día, alcanzó su mano y recorrieron hasta tarde una ciudad maravillosa dejando florecer en su rostro paisajes extraordinarios, quedando escasas horas para el retorno y con un dejo de tristeza dentro de él. Lo invita a su hogar para revelarle sus dotes de pianista hoy festejada. Abriendo la puerta, Agustín extrajo, no se como, una tijera podadora de su maletín y cortó las sombras del durazno para que la luz jamás le faltase nuevamente…Le agradeció sentándose al Piano. Buscó entre sus hojas este día pero todo es blanco. Aquél sentimiento al sentirla tocar con más potencia volvió a su pecho de hombre, esta vez la amaba y solo la amaba con ganas de hacerla feliz y detuvo sus dedos ágiles durante las teclas, abrazándola por la espalda, acariciando su rostro de niña con habla sutil y, mirándose a los ojos, estallaron en un beso de historia, con la suma de sus milagros de unas y otras veces…Mientras, la banda sonora de una mecanografía en maquina de escribir desde el corazón del piano y en cautiverio por las maderas, acompaña.




Por correo Dios recibió la Tesis de Mi Amigo el Piano para Botánicos.


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