Cap
IV: Páginas de la 093-316: Vida en Blanco y Negro.
Jamás en su
itinerario se le ve llegar con trofeos a su rostro. El durazno industrial
digiere la luz del ventanal en asociación con las cortinas oscuras produciendo
un karma crítico de soledad. Deposita el bolso cargado de partituras y lecciones
sobre el sofá del living. Se sienta a practicar en su piano confecciones
huérfanas de esperanza. Mientras tanto, otra banda sonora mecanografiando en
una máquina le acompaña, sin ella percatarse, desde hace años, desde el corazón
del piano y en cautiverio por las maderas… Agustín, el hombrecito paciente de
manos azuladas que se dedica a escribir los días y crear argumentos para la
felicidad de ella, misión y base de su tesis para matricularse en el cielo.
En los Coffe
Breaks Agustín suspende la escritura para emerger al exterior hasta un costado
de las teclas y observarla improvisándose salvavidas. Con su música se enamora
perdidamente de esta mujer de porcelana y luego da un paso atrás obedeciendo a
un profesionalismo drástico, se devuelve hasta el origen del sonido y derogando
sentimientos, coloca más papel en su Olimpia para crearle una vida mejor.
Anotando las
fechas, los antídotos creados para su fragilidad se van rompiendo también. La
observa volver sonámbula, seca y sin lágrimas. Agustín se agarra la cabeza en
una mezcla de frustración y angustia al saberla como un caso improbable. Ella
no cumple con los itinerarios. Cuántos encuentros amorosos le había planteado a
su jornada!? Flores, dulces, gatos y estrellas…Está más dormida por dentro
pasando la existencia por alto…Una bandeja con el desayuno lleva 6 días servida
y se marchitan las cosas por su sequía de fe.
Un día algo
sucedió, llegó más pálida que de costumbre, ni su respiración quebraba el
silencio congelado y al sentarse al Piano se echó a llorar como una muchacha de
15 años en su primera ruptura amorosa. Lloraba desconsoladamente y estaba en el
limbo del no creer en la vida, en ella y menos en un suicidio…Algo sucedía con
la mecanografía. Había que actuar rápido. Preocupado Agustín llamó a Dios: -
Hola muchacho, cómo va tu tesis?- Como
método experimental necesito un cuerpo para mañana. Usted sabe que no tiene el
puntaje. Es muy importante. Esta bien, tienes 24 horas y de vuelta te quiero
con la tesis bajo el brazo.
Cap. V:
Páginas 317- …: El color en el Cortometraje Amateur.
De pie
frente a la Facultad
de Música Agustín con el triunfo de su traje espacioso la ve salir, se quedan
mirando con detención y en el instante el maletín de visitador médico asignado
revienta permitiendo el vuelo de cientos de páginas calendarizadas. Se acerca
para ayudarlo con la recolección y sonriendo: Mi Amigo el Piano?, Tesis de
Botánica, Hola, me llamo Eleonor. Mágicamente ella tomó las iniciativas del
día, alcanzó su mano y recorrieron hasta tarde una ciudad maravillosa dejando
florecer en su rostro paisajes extraordinarios, quedando escasas horas para el
retorno y con un dejo de tristeza dentro de él. Lo invita a su hogar para
revelarle sus dotes de pianista hoy festejada. Abriendo la puerta, Agustín
extrajo, no se como, una tijera podadora de su maletín y cortó las sombras del
durazno para que la luz jamás le faltase nuevamente…Le agradeció sentándose al
Piano. Buscó entre sus hojas este día pero todo es blanco. Aquél sentimiento al
sentirla tocar con más potencia volvió a su pecho de hombre, esta vez la amaba
y solo la amaba con ganas de hacerla feliz y detuvo sus dedos ágiles durante
las teclas, abrazándola por la espalda, acariciando su rostro de niña con habla
sutil y, mirándose a los ojos, estallaron en un beso de historia, con la suma
de sus milagros de unas y otras veces…Mientras, la banda sonora de una
mecanografía en maquina de escribir desde el corazón del piano y en cautiverio
por las maderas, acompaña.
Por correo
Dios recibió la Tesis
de Mi Amigo el Piano para Botánicos.

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