Sáquenme con una jeringa toda el agua de adentro
que mis esponjas ya están empapadas
y no se estrujan por fuera
Que el día largue su carrusel de caballos muertos
y me quede con la vida en las manos
despidiendo las horas desde abajo en otra ciudad
Suéltame la correa del corazón
que aquí no vine a morirme
por si al tiempo le hacen falta pausas
Suéltame las correas de éste corazón
que yo no quiero hacer faltas
Centrifúguenme cada pupila
y tiéndanme luego abierta al sol
para secarme las cortinas del alma
antes de salir a la calle de nuevo
…Que el goteo no me diluya al caminar
antes de encontrarme
con una ceremonia adecuada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario